Sección 4

Aumento de la resiliencia y apoyo a la mejora de los medios de subsistencia en las comunidades algodoneras

Panorama general

En Burkina Faso, Malí y el Pakistán, a través del componente a cargo de la FAO, el proyecto CLEAR Cotton empoderó económicamente a las mujeres por medio de actividades generadoras de ingresos y el acceso a mecanismos financieros.

El hecho de que la FAO y la OIT seleccionaran de forma conjunta los hogares beneficiarios fue decisivo para vincular el apoyo a las actividades generadoras de ingresos con la estrategia de escolarización acelerada y garantizar que los niños volvieran a la escuela asegurando al mismo tiempo que las familias dispusieran de ingresos suficientes.

En Burkina Faso y Malí, los Clubes Dimitra de ámbito local contribuyeron a una mejor comprensión del trabajo infantil y generaron cambios en la mentalidad y los comportamientos de los miembros del club y de la comunidad.

Síntesis de los resultados

En Burkina Faso, Malí y el Pakistán, la mejora de los ingresos de 1.611 hogares gracias al apoyo a las actividades agroindustriales de las mujeres se tradujo en una reinversión en la educación y el bienestar de los niños.

En Burkina Faso y Malí, el cambio de mentalidad y la acción impulsada por la comunidad para prevenir el trabajo infantil a través de los Clubes Dimitra llegaron a 4.756 personas.

El empoderamiento económico de las mujeres como estrategia eficaz para frenar el trabajo infantil

El empoderamiento económico y social de las mujeres rurales es un medio esencial para reducir el trabajo infantil en las zonas rurales. En muchas comunidades algodoneras, las mujeres enfrentan diversas dificultades. Tienen poco tiempo y su contribución a la agricultura y a las tareas domésticas a veces no se declara y resulta invisible. No solo asumen muchas responsabilidades, sino que también desempeñan un papel decisivo en la educación de los niños de su hogar.

Los esfuerzos para poner fin al trabajo infantil exigen la participación de las mujeres. Si se empodera económicamente a más mujeres, el impacto que pueden llegar tener en las comunidades puede ser realmente innovador. Al proporcionar a más mujeres los medios para sacar a sus familias de la pobreza, es probable que sus hijos no abandonen la escuela. El proyecto prestó apoyo económico a las mujeres a fin de promover la igualdad de género y empoderarlas para que mejoren los medios de subsistencia de sus hogares. Ahora, no solo consiguen desempeñar un papel transformador en la vida de sus hijos, sino que dependen considerablemente menos del trabajo de los niños y estos pueden seguir en la escuela.

En los tres países, el apoyo a las actividades generadoras de ingresos benefició a las mujeres de hogares en situación vulnerable con mayor riesgo de trabajo infantil. En Malí y el Pakistán, el proyecto proporcionó capacitación e insumos agrícolas. En Burkina Faso, las mujeres recibieron transferencias en efectivo condicionadas a fin de que pudieran comprar directamente lo que necesitaban para desarrollar sus actividades en el mercado local. 

La selección de las beneficiarias se basó en los criterios del Enfoque de la Economía Familiar (Household Economy Approach), una metodología que permite evaluar la vulnerabilidad de grupos de hogares a los cambios y problemas graves de carácter económico en amplias zonas rurales basándose en los patrones de subsistencia y la información de mercado. Esta ayuda estaba condicionada a que las familias enviaran nuevamente a sus hijos a la escuela gracias a los ingresos adicionales que generaban. 

La reinserción escolar se vio facilitada por el acceso a centros de escolarización acelerada en Malí y Burkina Faso, y centros de educación no formal acelerada en el Pakistán.

“Ahora comprendo mejor los efectos negativos del trabajo infantil y comparto mi experiencia con otras personas de mi pueblo. Volví a matricular en la escuela a mi hijo de 11 años que solía cuidar animales y ayudarme en el campo”. 

Mr. Kamitié Issouf Konate, agricultor de Burkina Faso

Además, en Malí y Burkina Faso, el proyecto apoyó la creación de Asociaciones de Aldeas de Ahorro y Préstamo que beneficiaron a las mujeres; y en el Pakistán, se respaldó el establecimiento de vínculos con redes de seguridad públicas y privadas.

Los ingresos suplementarios y el aumento de la resiliencia ayudan a las familias a afrontar mejor los choques y reducen la dependencia de las familias respecto al trabajo de los niños. Cuando esto se combina con un mejor acceso a la escolarización, hay más posibilidades de reducir de forma sostenible el trabajo infantil.

“Cuando el proyecto llegó a mi pueblo de Niangnéguéla, a mi padre le entregaron unas ovejas que hoy son una fuente de esperanza para nosotros porque ayudan a pagar mis gastos escolares y otros gastos de la familia”. 

Sra. Djénébou Ballo, beneficiario del proyecto y niño retirado del trabajo infantil

En Pakistán, el proyecto abordó las causas del trabajo infantil a través de un programa de diversificación de los medios de subsistencia dirigido a las mujeres de las comunidades productoras de algodón

Las mujeres rurales que participaron en el programa se beneficiaron de sesiones de formación destinadas a desarrollar las capacidades técnicas y sociales necesarias para iniciar actividades remunerativas alternativas en las cadenas de suministro agroalimentarias. Estas fuentes de ingresos adicionales contribuyeron a reducir su dependencia del trabajo infantil. Como resultado, en la provincia de Punjab, 500 mujeres se comprometieron a que sus hijos continuaran su escolarización.

Rafiqa Bibi es una paquistaní beneficiaria del programa. Vive en Chak 165 Murad, en el tehsil de Hasilpur, donde se ocupa de las tareas domésticas, de sus seis hijos y del ganado familiar. También solía trabajar en los campos de algodón como trabajadora estacional. Aunque su esposo trabaja y gana entre 12 000 PKR (55 USD) y 16 000 PKR (73 USD) al mes, sus ingresos eran escasos e inestables. 

Rafiqa cree en la importancia de la educación, pero no podía permitirse enviar a sus hijos a la escuela. Dos de sus hijos tuvieron que abandonar la escuela para colaborar con los ingresos y la producción del hogar. Rafiqa fue seleccionada para formar parte del proyecto CLEAR Cotton con el fin de recibir una formación técnica y práctica y aprender a dirigir una empresa.

“Gracias a esta formación, la tasa de mortalidad de mis aves hasta ahora es igual a cero, y de inmediato matriculé a mis dos hijos en la escuela”.

Sra. Rafiqa Bibi, beneficiaria de las actividades generadoras de ingresos 

También recibió ayuda directa en forma de ocho gallinas y dos gallos. Además del paquete agrícola, recibió formación sobre vacunación, medicación, gestión de aves de corral, venta y comercialización de huevos. Desde entonces, el número de aves de corral que tiene ha aumentado con bastante rapidez, pasando de 8 a 19 gallinas.

Como resultado de sus actividades apoyadas por el proyecto CLEAR Cotton, ahora gana 200 PKR (0,90 USD) al día vendiendo huevos. 

“Utilizo ese dinero para comprar papel, lápices y otros artículos de papelería para mis hijos”

Rafiqa Bibi

Estos ingresos estables y adicionales, aunque aparentemente modestos, marcan la diferencia, ya que permiten que Rafiqa envíe a sus hijos a la escuela. 

Con el apoyo de la FAO, varias comunidades han establecido sus propias listas de tareas agrícolas peligrosas que los niños no pueden realizar, y, por su parte, los productores de algodón son ahora conscientes de las repercusiones negativas del trabajo infantil y han mejorado el rendimiento de sus actividades mediante prácticas agrícolas mejores y más seguras. 

Soluciones comunitarias – Clubes Dimitra en Malí y Burkina Faso

Los Clubes de Oyentes Dimitra son grupos voluntarios e informales de mujeres, hombres, jóvenes y niños en los que los participantes debaten sobre problemas comunes y determinan las formas de abordarlos mediante una acción conjunta y la utilización de los recursos locales.

Por su propia naturaleza participativa e integradora, los clubes han demostrado el importante papel que desempeña el compromiso de la comunidad para generar cambios en las mentalidades y los comportamientos, así como para emprender acciones encaminadas a eliminar el trabajo infantil. Los clubes también respaldan las medidas preventivas como la identificación de las tareas peligrosas, así como las medidas de seguimiento y sanción. También sirven de red para el intercambio de información. 

La implicación de toda la comunidad, incluidas las autoridades locales, fue esencial. Las actividades de sensibilización que tienen lugar durante estas reuniones repercuten en muchos miembros de la comunidad. Gracias al proyecto y a los clubes, los padres han tomado conciencia de las consecuencias del trabajo infantil y de la importancia de la escolarización. Los clubes también promueven la igualdad de género, dando a las mujeres y niñas la misma voz que a los hombres y niños. Ahora van más niños a la escuela y algunos clubes juveniles han creado un grupo de ahorro y crédito autogestionado. Los fondos suelen utilizarse para poner en marcha pequeñas actividades generadoras de ingresos. Los grupos de ahorro reforzaron los lazos y la solidaridad entre los miembros de la comunidad.

Una de las beneficiarias de estos clubes es Salimata Diallo, una joven de 19 años que vive en Diéna, en la región de Ségou (Malí). Antes de conocer el proyecto CLEAR Cotton a través del jefe de la aldea, ya había abandonado la escuela y sus padres la habían obligado a casarse a los 15 años.

Se adhirió al Club Dimitra creado en Diéna por la FAO y la ONG ALPHALOG. Asistió a sesiones de formación sobre las repercusiones negativas del trabajo infantil, prácticas agrícolas sostenibles, oratoria y comunicación sensible a las cuestiones de género. Pronto adquirió la confianza suficiente para hablar y dirigir los debates. Poco a poco, se convirtió en líder de su club.

“Todos los viernes, los miembros del club aportan 500 francos Fcfa. Los participantes utilizan el dinero para poner en marcha pequeñas actividades generadoras de ingresos, pero también, en caso de emergencia, si alguien se enferma o tiene un hijo. Los miembros tienen entre seis meses y un año para devolver sus préstamos”. 

Sra. Salimata Diallo, miembro del Clube Dimitra de Diéna

Además, se creó un fondo de solidaridad para apoyar a la comunidad basado en una aportación de 25 Fcfa semanales. Se compraron cuadernos y se distribuyeron entre los alumnos para reducir la carga de los padres, y se entregaron semillas de maíz a las familias más pobres.

Salimata destaca la manera en que los Clubes Dimitra y los grupos de ahorro reforzaron los lazos y la solidaridad entre los miembros de la comunidad de Diéna. Cuando las personas comprendieron las ventajas de los clubes, se adhirieron masivamente. En la actualidad, Salimata proporciona formación a personas de las localidades vecinas de Touna y Ségou que están cerca al Club Dimitra.